"The World On Fire" {Cap.22}

Después del curso…

El curso trascurrió rápidamente como solía pasar. Era día 23 , hacían apenas unos días había hecho los exámenes de la selectividad y aún me quedarían unos días para saber como había salido la cosa, solamente esperaba poder tener la nota suficiente de corto para poder acceder a periodismo y empezar con mi futuro. A pesar de haber estado todo el año ocupada con el curso, había tenido tiempo para ir organizando todo lo que sería la fuga, el concierto y como no la entrada en el Ritz. Quedaban tres días para el concierto y dos para echar carretera hacía allí, ya que Vidal tenía coche, no no íbamos a gastarnos dinero en ello, o al menos eso decía él.

Ese día me dediqué a preparar la maleta a escondidas de todo ser viviente que residía en la misma casa que yo. Debajo de la cama, se encontraba todo dentro de esa maleta de mano roja que solía usar en mis viajes, en su interior se encontraban las camisetas de BVB y la de BMTH, además del resto de la ropa. La excusa que había puesto es que me iba a ir unos días con Patricia a su casa…aunque sabía a la perfección que aquello no colaba demasiado, así que sencillamente lo dejé correr. Aquella noche me acosté con ansia, deseando que fueran ya las cinco de la mañana y Vidal viniera a por mí.

A la madrugada…

Me levanté rápidamente, de tal forma que casi me caía de la cama. Miré a ambos lados de la habitación y me bajé del colchón. Me vestí en silencio y me puse los converse viejos, después el collar de las púas, cogí el bolso y la maleta. Luego con sumo sigilo me adentré por la puerta de la cocina, despidiéndome de Leo y saliendo por la puerta de la sala de la chimenea, de modo que bajé por las escaleras, hasta el portal, y al sentir la vibración del móvil, salí, encontrándome con la cara de sueño de Bryan en frente de mí.

-Buenos días cielo- le dije dándole un beso en la mejilla, mientras escuchaba a los perros del barrio de fondo.

-Buenas noches dirás…- murmuró con una sonrisa, que luego acompañó de una leve risilla.

-Vale…que te peten- le dije de mala forma, mirando como un coche estacionaba en la parada de autobuses. Era un ford focus, el de Vidal, - Vamos que el rubio ya está!- dije cruzando la carretera hacia el coche. Vidal se bajó y nos abrió el maletero, de modo que metimos todo el equipaje dentro, luego nosotros nos subimos en el coche, yo delante con él y Bryan detrás.

-Buenas noches- dijo Vidal, sonriéndome y mirando a Bryan por el espejo retrovisor para saludarle también, el cual le saludó con un gesto de cabeza y yo con un par de besos, uno en cada mejilla.

-Pues nada…ya estamos de camino…- murmuré con cara de ilusión, mientras sacaba el disco que llevaba Vidal en el reproductor para poner el de “Set The World On Fire.  . Suspiré profundamente, frotándome los ojos y preparándome mental para el viaje. Aquel que nos iba a llevar a ver a Andy, y a BVB.