Salimos del Palacio de los Deportes, a nuestro paso y con las mentes fijas en un nuevo objetivo, aunque mi mente y todos mis sentidos aún seguían anclados en el recuerdo de esos cinco dioses sobre el escenario, dándolo todo por y para sus fans. Sin duda sería una experiencia digna de contar a nuestros nietos o a los de otros, nunca importaría de quienes fueran los nietos mientras estos tuvieron oídos para escuchar una historia que narraba la aventura de dos muchachos y una muchacha que cumplieron su sueño un día de Junio.
Nos dirigimos al hotel rápidamente, entramos por la puerta y nos tiramos cada uno sobre su cama, descansando apenas unos minutos cortos. Yo me levanté y me coloqué sobre la ropa del concierto el disfraz de limpiadora, hecho que luego imitaron ellos. No me quedaba demasiado bien, o al menos ya procuraba yo que no, puesto que nunca quería acabar limpiando la suciedad de otros. Me miré un momento al espejo, pensando como íbamos a llevar acabo aquello, sería arriesgado, pero tenía clarísimo que estaba dispuesta a arriesgar todo lo que hiciera falta para poder acercarme a Andy, porque si yo adoraba al grupo, pero Andy era mi dios, era voz que animaba mis noches de tristeza y sin duda necesitaba poder acercarme a él y decirle todo lo que pensaba. Necesitaba demostrarle que gracias a él, había podido sonreír después de muchos problemas, él alumbraba mis momentos de oscuridad, y por ello me sentiría eternamente agradecida. Así que, esa noche, sería la indicada, en la que le diría a Andy que como dejara de cantar le cortaría los cataplines, forma sutil de decirle que como dejara de cantar le mataría.
Pasados unos diez minutos, Bryan y Vidal se levantaron de sus camas y se acercaron a la puerta. Con un leve movimiento de cabeza me indicaron que era hora de marchar hacia el camino del riesgo. Acepté su proposición y pasé la primera por el marco de la puerta, sintiéndome poderosa y rebelde.
Pasó exactamente una hora y media hasta que los teloneros que resultaron ser Get Scared , abandonaron el escenario. Suspiré entonces profundamente y abracé a Bryan. Me daba igual que no me hablara, en aquel momento todos íbamos a ser Fallen Angels y los problemas daban igual. Todos los que nos encontrábamos dentro de aquel espacio, íbamos a olvidar todo, e íbamos a vivir la música. Sin importar la edad, el sexo, la raza o la religión del que estuviera a nuestro lado. Seríamos fans, que coño fans...FALLEN ANGELS!. Estabamos dispuestos a corear cada una de todas las canciones, a dejarnos las manos aplaudiendo y las voces gritando junto a Andy " THIS IS A NEW RELIGION! ". Mi sangre corría por mis venas rápidamente y el ritmo al que respiraba era exagerado. Estaba en estado de shock. "Solamente unos segundos": murmuraba en mi mente..."solo unos segundos...".
-Y Ahora...Sin más dilación. BLACK VEIL BRIDES!-el "presentador" profirió aquel grito de júbilo que nos hizo estallar a todos en un enorme grito de "FALLEN ANGELS!". De repente, comenzó a sonar de fondo "New Religion" y los chicos comenzaron a salir, todos menos CC. Primero los fans pudimos divisar a Jinxx y a Jake dándole caña cada uno a su respectiva guitarra, después fue Ashley que salió por el lado izquierdo, coreado por el público. Finalmente, fue él. Salió Andy y empezó a cantar la letra de la canción. Me quedé con la mirada perdida en cada uno de sus movimientos. ÉL ESTABA ALLÍ.! ESTABA ALLÍ!. SOLAMENTE A UNOS METROS DE MÍ. TODOS ESTABAN ALLÍ.! YO ESTABA ALLÍ. ! BVB ESTABA EN ESPAÑA Y YO LOS ESTABA VIENDO. Pensé que me moría de la emoción, pero cuando noté que de mis ojos caían lágrimas de la emoción, supe que todo aquello era verdad, me pellizqué, le dije a Vidal que me pegara y hasta me mordí un brazo. Era real. Miré a Angie, que estaba emocionada igual que yo, sonriendo de oreja a oreja, y cantando, yo había perdido momentáneamente la voz, porque estaba llorando de felicidad, como la vez en que por navidad me regalaron las cuatro primeras temporadas de LOST. Terminaron así la primera canción: rodeados de fans locos, gropies emocionadas, gritos, carteles, aplausos. BVB había llegado a España.
La siguiente canción fue "All Your Hate". No me la sabía demasiado bien, pero no importaba ya quee staba disfrutando de lo lindo, con la sola presencia de ellos encima del escenario. Me temblaban las manos y me sudaban, todo eso, mientras intentaba hacer fotos. MONTONES Y MONTONES DE FOTOS. Saqué a Andy en varias poses, dentro de lo que cabía y la calidad de la cámara, después les hice al resto. Aunque no apagué la cámara en toda la noche. Finalizó la canción y aplaudí viendo como Andy se acercaba al borde del escenario, con la mirada perdida en sus fans. POR DIOS. PERO QUE OJAZOS!. Le eché fotos y fotos, y alargué el brazo hasta Bryan, levantando mi dedo pulgar, esperando su respuesta. Me regaló otro gesto idéntico, y supe que estaba disfrutando como un niño pequeño con un caramelo, al igual que yo. Nuestra felicidad se podía incluso palpar, al igul que mi emoción que seguía reflejada en mis lágrimas, aún jóvenes y resbaladizas. Estas surcaban mis mejillas. Vidal se percató de ello y me sonrió, acercó sus dedos y me las quitó, le abracé de forma cariñosa y acto seguido besé su mejilla centrándome en aquel acontecimiento que marcaría mi vida. A partir de esa noche todo sería como con el nacimiento de cristo, solamente que sería Antes y Después del Concierto de BVB. No me veía capaz de olvidar aquel día, ni tan siquiera de apartarlo de mi memoria temporalmente. Siempre tendría un hueco en mi corazón, en mi memoria y en mi vida. Y esperaba que no fuera la primera y última vez que los viera en concierto.
Tocaron luego "God Bless You" , "Knives & Pens", la que sin duda fue un espectáculo tanto por parte de ellos como por parte de los que estábamos abajo, gritando, e intentando sobrevivir a alguna que otra hoya. Fueron después el turno de un solo de CC,"The Legacy" , "Set The World On Fire", "Rebel Love Song", "Carolyn". . El tiempo me pasaba rápido, pero al mismo tiempo tranquilo, estaba sacando cada esencia de cada segundo, gritaba a más no poder, y lloraba como una descosida cuando sonó "Carolyn". Intercambié un cruce de miradas con Bryan y le abracé después. Esa canción era de una de las más preciosas que tenían, aunque luego tocaron "Savior" y también regalé lágrimas a diestro y siniestro. Pero sin duda, cuando comenzó a sonar "Perfect Weapon", mi corazón se paró durante unos segundos y analizó toda la situación, acto seguido volvió a latir y se centró en bombear sangre, mi cerebro en hacerme sentir feliz y mis sentidos en todos ellos. El cabello volador de Jake Pitts, las muecas graciosas de Jinxx, el sonido de las baquetas de CC, las idas y venidas de Ashley por el escenario y las miradas penetrantes acompañadas de esa hermosa sonrisa de Andy. Todo en ese momento era perfecto, se me olvidó que a mi alrededor había más fans, de como me llamaba y hasta de que estaba en Madrid. Solamente estábamos ellos y yo. La música envolvía mi cuerpo y mi cabeza se movía, junto con mi cuerpo, entre botes y movimientos de cabeza. La canción acabó. Todos los que estábamos allí sabíamos que eso iba a acabar en cualquier momento, que nuestro sueño se finalizaría en unos minutos y nuestra existencia volvería a ser la misma de siempre. Pero...también sabíamos que aquello no se iba a quedar así y que aún quedaba algo más que tenían que darnos los cinco dioses de nuestra nueva religión, y eso era nada más y menos que "Fallen Angels".
Agarré la mano de Angie movida por el vínculo musical, afectivo que nos unía y cuando Andy comenzó a cantar ambas lo hicimos, saltando y haciendo fotos como paparatzzis. Pero sin duda, el momento estelar fue cuando él se bajó del escenario, anduvo por la primera fila hasta que llegó a nosotras. Nos apretamos mutuamente la mano porque lo teníamos justo en frente, y alargamos la otra tocándole. A Andy le gustaba provocar y lo peor era que lo conseguía. Yo palpé su pelo y parte de su brazo y Angie igual pero por el lado izquierdo. Luego se marchó, no sin antes dedicarnos una sonrisa, que hizo que se nos cayeran las bragas. Subió al escenario y se tiró al suelo, terminando parte de la canción en este. Entonces. FIN. La música cesó, aunque el espacio aún seguía lleno de gritos de alabanza y júbilo para ellos. Se despidieron con unas palabras en inglés, no sin antes lanzar sus púas. Yo pillé una de Jinxx y me quedé con cara de felicidad extrema y Bryan por lo que ví pudo coger una de Jake Pitts. Andy nos dedicó una última pose para una foto, al igual que el resto y después se hicieron la típica foto con el público. Pasados unos minutos, en los que se despidieron y saludaron salieron por el lado derecho del escenario, dejándolo desierto y con los instrumentos que sin ellos no tenían vida. Abracé con fuerza a Angie, a Bryan y a Vidal, y me apoyé sobre la valla y susurré, - Y la noche no ha hecho más que empezar...- le guiñé un ojo a los chicos y lancé una mirada a mis pies sucios y cansados.
*Nota: Me gustaría dedicar este capítulo a Angie. Esa chica loca que conocí hace unos meses en tuenti, gracias a nuestra obsesión mutua por BVB y sobre todo como groupies de Andy Biersack. Gracias por escucharme en muchas ocasiones, y por ser una tan fiel seguidora de este fanfic. Que sino fuera por personas como tú, no sé si hubiera seguido adelante. Por que si nadie lo lee...¿para qué escribir?. Gracias por todo Toxic <3. Espero que algún día podamos conocernos de verdad en un concierto de BVB y cumplir nuestro sueño juntas. Con Cariño, Pilaria ♥. We are the Fallen Angels ;) !
EL CONCIERTO. {Cap. 31 - Parte 1}
Eran las ocho y algo y las puertas se abrieron. En ese instante dí un bote del suelo y me puse de pie, dando saltitos de excitación y alegría. Miré a Vidal y le espachurré de repente. Estaba en un estado de adrenalina superior al que podría tener si me montaba en una montaña rusa. Mi corazón latía a una rapidez desenfrenada, podía hasta sentir como a ese paso el corazón me iba a saltar del pecho y se iba a ir corriendo en busca de BVB. Por suerte, seguía dentro de mi caja torácica y no tenía la idea de salir de ella. O por lo menos eso creía yo, puesto que el corazón a veces podía tener vida propia, pero de todos modos seguía siendo el órgano encargado de mantenerme con vida.
Comenzamos a andar, delante teníamos solamente a unas cinco personas. PRIMERA FILA ASEGURADA!. Me reí para mis adentros y seguí saltando, y andando. Cuando pasé la puerta del Palacio, y comenzamos a dirigirnos entre pasillos hacia la parte de abajo, donde estaba colocado el escenario, ya no tenía control sobre mi persona. Estaba en un jodido sueño. Quedaban menos de dos horas para que viera a BVB después de casi dos años deseando verlos, sin duda sería épico y de esas historias dignas de contar a los nietos de uno mismo, o sino a los de cualquier otra persona. Conforme nos aproximamos a nuestro destino final, zarandeé a Vidal como unas quinientas y pico veces, haciendo que este se quejara y me lanzara maldiciones, a las que yo de forma nerviosa contestaba con una risa de lunática. Loca por BVB.
- DIOS. NO PUEDO CREERLO, ESTAMOS EN PRIMERA FILA!!!!!!!!!!!!!!- grité como una loca casi en el oído de Vidal. Este dio un salto y se llevó la mano a la oreja, quejándose después de forma tranquila. Me comprendía y me alegraba de que lo hiciera, porque ese día estaba jodidamente loca. Le abracé de nuevo como unas mil veces y me senté esperando a que pasara el tiempo de forma rápida. Durante el período de espera de una hora para que salieran los teloneros, me repasé mi maquillaje a lo Andy y comí otro bocadillo, que habíamos colado infragantti. Bryan y yo aún no habíamos entablado palabra, pero por su mirada y la sonrisa que surcaba su rostro, sabía a la perfección que estaba igual o incluso más emocionado que yo. No podía estarse quieto y tatareaba las canciones, practicando sus letras, mientras yo, me hacía fotos con Vidal poniendo caras estúpidas. El tiempo pasaba y pasaba...Hasta que en un instante, me cara se iluminó. Había estado tan absorta en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que al lado tenía a Angie, la abracé con fuerza y besé su mejilla. Ella me correspondió y unos hicimos varias fotos, luego saludó a Bryan y volvió a su sitio.
-Ya nos queda poco....ya nos queda poco...- susurraba yo nerviosa y moviendo las manos dentro de los bolsillos de mi pantalón.
-Poco...poco...estaremos juntas Pilaria, bieeen!. Vamos a ver a Andy...- murmuró con una sonrisa de viciosa, que se reflejó en mi rostro.
-Lo sé...Va a ser una gran noche...-
-Una gran noche.- sentenció mis últimas tres palabras y en ese instante, presentaron a los teloneros que salieron para comenzar a calentar el ambiente.
Mientras Vidal dormía, yo veía a la gente pasar y pasar, al resto de fans cantar y practicar las canciones y a él dormir plácidamente sobre mis muslos. No parecía estar incómodo, sino todo lo contrario, se le veía a gusto, cómodo y aunque pareciera extraño , quizás estuviera descansando aunque fuera un poquitito. Y yo con eso sin duda tenía bastante. Solamente quería que se sintiera bien y descansara lo que su cuerpo necesitara. Si tenía que estar trecientos años soportando el peso de su cabeza, lo estaría. Lo importante era el bien de él, y lo demás no importaba.
Miré la hora: 18:55, apareció de nuevo Bryan en escena, sentándose a mi lado, con una bolsa de pipas en la mano. Le miré de reojo, quería preguntarle que donde había estado y que le ocurría...Pero conociéndole sabía a la perfección que no sacaría nada en clave, así que decidí volver a centrarme en deslizar mis dedos por los mechones rubios del otro. Pasados unos 13 minutos, Vidal se despertó, agradeciéndome que hubiera hecho de su almohada y lanzándole a Bryan una mirada de algo así como compresión. Por aquello deduje que algo le había contado a Vidal, que este no me había comentado a mí, acto que sin duda me molestó demasiado, debido a que esperaba que el rubio me contara las cosas. Pasé entonces del tema y me puse de pie, ojeando a las personas. Cuando de repente, una pelirroja pequeñina pasó a mi lado y a mi se me desbocó el corazón. KATERINA!. La agarré entonces por la espalda y la abracé con fuerza.
-Kateeee!, pelirrojita mía!- susurré dándole un besito en la mejilla y sonriendo al ver que se alegraba igual que yo y me correspondía al abrazo.
-Pili, Pili!, Mi Piliiiiiiiiiiiiiiiiiii!- gritaba alocada y dándome un enorme abrazo.
-Yeei!, ¿qué haces aquí loca?!??!, ¿cómo no sabía yo qué venías?- pregunté sobreexcitada por la situación de haberme encontrado con ella allí.
-Pues, no sé, yo que sé, ains , Pili!!- tenía una sonrisa de oreja a oreja, más o menos como la mía.
-Bueno!, al menos ahora nos hemos encontrado!- le contesté mirándola.
Pasaron unos largos minutos en los que estuvimos hablando de nuestras cosas, abrazándonos y diciéndonos quien iba a violar a Andy primero y quien después. Cuando Kate volvió a su lugar en al fila me encontré con otros fans de BVB como Angie , Cris, Sey...Varias personas que Bryan y yo conocíamos por tuenti y que ese día habíamos tenido la suerte de conocer en persona. Y día que seguramente nunca olvidaríamos en nuestras vidas.
Las horas pasaban lentas y aburridas. Me apoyaba sobre Vidal, buscando una postura que no le molestara demasiado y me permitiera dormir a gusto. En una ocasión la encontré: apoyé mi nuca sobre sus piernas y estiré todo el cuerpo sobre el suelo, sintiendo como me acariciaba el cabello de forma protectora, como un auténtico hermano mayor. Sonría mientras sentía sus dedos, hasta que finalmente me quedé dormida por sus caricias y me olvidé de todo lo que ocurría.
Durante el transcurso de mi pequeña cabezacita, escuchaba voces y gritos a mi alrededor. En más de una ocasión algunas conversaciones entre Bryan y Vidal me sacaban un poco de mi sueño, pero de nuevo volvía a atraparme este llevándome a su mundo.
Notaba una mano sobre mi cabello, provocando una sonrisa en mi rostro. Terminé despertándome porque escuchaba risitas alrededor, abrí entonces los ojos y miré a Vidal, que aún seguía acariciándome. Le regalé como gesto de agradecimiento una enorme sonrisa , un abrazo y un beso dulcísimo en la mejilla, - Buenas tardes...- susurré colocándome a su lado y reincorporándome.
-Buenas tardes Pilarica...¿Qué tal tu larga siesta?- me preguntó de forma tierna y con una sonrisa en los labios.
-Pues...bien la verdad..espero no haberte molestado demasiado- susurré bajando la vista, sintiéndome un poco culpable por estar toda la tarde con mi cabeza sobre sus pobres y seguramente cansadas piernas.
-Naah...tranquila mujer, yo lo hice con mucho gusto- sacó una bolsa de patatas de su bolsa y comenzó a comer, -¿Quieres?- me ofreció la bolsa y la miré, oyendo como en ese preciso instante mi barriga hacia acto de presencia.
-Vale....Tengo hambruna...- me sonrojé por el ruido de mi estómago y metí la mano en la bolsa sacando unas cuantas patatejas. Fue entonces, cuando me giré buscando a Bryan y comprobé que no estaba. Mi mirada preocupada volvió sobre Vidal.
-Ha ido a dar una vuelta...decía que necesitaba pensar...- se encogió de hombros y volvió a introducir una patata en su boca, mascándola después.
-Vale...pues ya volverá...- me apoyé contra la pared, respirando profundamente y escuchando de fondo el crujido de las patatas al ser rotas por los dientes de él.
-Pues claro...- se apoyó también y guardó de nuevo la bolsa, poniéndose él entonces sobre mi regazo, buscando hacer lo mismo que yo hacía un rato.
-Dulces sueños...- susurré, viendo como se colocaba y se disponía a echar una siestecita.
El aire madrileño y el calor me atosigaba y agobiaba, aunque al menos no era como el calor de Murcia, el cual al estar un clima húmedo se te pega la ropa y sudabas. Allí al menos corría una leve brisa que acariciaba tu rostro y calmaba tu piel caliente y seca. Decidí en esos momentos, además de colocarme al lado de Vidal, abrir la mochila y sacar la botella de agua para darle un trago. Y vaya, ni me lo pensé dos veces, la saqué y le dí un trago, ofreciéndosela después al rubio, este aceptó sin pensárselo tampoco dos, ni tres y luego me la devolvió. Me giré sobre mí para preguntarle a Bryan si quería, pero antes de que pudiera al menos formular mi pregunta, ya me decía que no con la cabeza. De modo que me encogí de hombros, como él hacía un rato y volví a colocarla en su sitio anterior: el interior de mi mochila.
Llegamos a la cola. No había demasiada gente, por decir que quizás habíamos seis personas, con lo cual pude confirmar entonces que estaría en primera fila. Fue en aquellos momentos cuando me dí cuenta completamente de la realidad: iba a ver a BVB, a cantar con ellos, a respirar oxígeno y además a estar apenas unos metros de ellos, si es que llegaba a tal medida la separación entre el escenario y el público.
-Solo...espero que el escenario no sea muy alto...y que Andy se baje, como suele hacer en algunas ocasiones...- le susurré a Vidal, mientras me sentaba en el suelo. Iba a estar muchas horas esperando, así que no podía estar todas ellas de pie.
-Hahahah...ya verás como tienes suerte y algo ocurre a tu favor- me miró y le miré con cara de ¿te has fumado algo o es otro de tus ataques de locura? , - Ainss...que mona eres- murmuró dándome un abrazo que me pilló fuera de serie.
-Naah...tú si eres mono- le correspondí al abrazo y besé su mejilla de forma tierna, para luego volver a ocupar mi lugar. Miré de reojo a Bryan, que seguía sumergido en sus pensamientos y luego dirigí de nuevo la mirada hacia Vidal.
-Déjalo...algo le ocurrirá...eso es que no le diste anoche lo suyo- bromeó y le lancé una mirada asesina por ello, pero en vez de parar , lo que hizo fue reírse.
-Eres idiota...Yo no hago eso- le dí un pescozón , comprobando como luego se acariciaba la cabeza, fingiendo que le había dolido más de lo que le dolía. Entonces me arrepentí por ello y le pasé la mano por su cabello , -Perdona Vidal...un día voy a matar a alguien con mis palicos-
-Tranquila...ya nos conocemos...de todos modos no me habías hecho mucho daño...era más para molestarte e irritarte- contestó con una sonrisa maliciosa que le iba de oreja a oreja.
-Sois todos unos capullos...él porque no me cuenta lo que le sucede- señalé al mismo tiempo que hablaba a Bryan, - Y tú porque eres malo de por si. JUM- me crucé de brazos fingiendo enfado y miré hacia otro lado, comprobando si había alguna cara conocida.
Salimos del hotel un tanto a toda prisa. Eran las 12:30 o eso decía el reloj de Vidal, ya que yo no me había dignado aún a sacar el móvil del bolsillo para mirar las horas. En vez de hacer eso estaba demasiado ocupada en tirarme de los pelos y sentir unos placenteros nervios en mi estómago. Iba a ver a Black Veil Brides y luego si dios quería incluso los podría ver en el hotel. Avanzado el día en aquellos instantes solo me quedaba desearnos suerte y esperar a que llegara el concierto para darlo todo y disfrutar con todos ellos. Montones de Fallen Angels estaríamos agolpados en las puertas del Palacio de los Deportes para ver a los cinco dioses de la nueva religión de la que formábamos partes.
Conforme andábamos en busca de un buen sitio para almorzar, miraba a todos lados expectante. Realmente no sabía que quería encontrar, sencillamente miraba por hacer algo. Vidal murmuró algo que me resultó bastante complicado de oír, así que le miré y le pregunté , -¿Qué has dicho?- aquella pregunto provocó que girara su rostro y me observara para contestarme.
-Pues...decía que si queréis parar allí en frente, tienen bocadillos, así podemos comprar uno para cuando estemos en la cola...puesto que quieres estar en primer sitio, no podremos abandonarla todos al mismo tiempo, así que lo que os parezca- dijo contestándome e informándome.
-Vale, a mi me parece bien...¿Y a ti Bryan?- terminé dirigiendo la pregunta hacia Bryan, que estaba mirando para otro lado y pensando seguramente en sus cosas.
-Si , si, claro, vamos- respondió rápidamente y con claridad. Se podía observar en su conducta que estaba un poco nervioso o que algo le preocupaba. Así que pensé mentalmente en preguntarle sobre aquello, cuando Vidal nos dejara un momento a solas.
-En ese caso...y sin más preámbulos, vayamos a dentro a almorzar algo.- dijo con claridad y sonriendo después.
Le correspondí a su sonrisa y entré primero viendo como me ofrecía pasar, - Omgs...que caballeroso...gracias- le dije agradecida y entrando finalmente.
Pasada casi una hora...
Pasó prácticamente una hora para cuando volvimos a la calle. Con los estómagos llenos y los bocadillos para la comida en el bolsillo, podíamos emprender la marcha hacia el Palacio. Para llegar así cogimos el metro y bajamos en la parada y andén correspondiente. Después de eso salimos del metro por la boca de este y andando terminamos en nuestro destino. El Palacio de los Deportes seguía igual que la última vez que lo vi hace cuatro años, cuando fui aquel mismo lugar a otro concierto; o por lo menos por fuera parecía no haber cambiado demasiado.
Seguí a Vidal, ya que para algo era el mayor y tampoco me apetecía ir delante. Fue entonces cuando me aproximé un poco a Bryan y le susurré , -¿Estás bien?- pregunté un tanto preocupada por él, quizás se sintiera mal o algo, ¿quién podía saberlo?.
-Claro...perfectamente- se encogió de hombros, mirándome mientras me animaba a seguir andando, sosteniéndome levemente del brazo derecho.
-Vale...sabes que si necesitas algo estoy aquí a tu lado...- murmuré ofreciéndole mi ayuda y devolviéndome la mirada.
-Lo sé, tranquila- me dio un abrazo y después se separó volviendo a su mundo. Le miré durante unos segundos más y volví adelante con Vidal, que parecía estar más animado y que sin duda en aquellos instantes me hacía más caso.
Pasaron unos minutos, hasta que salí del cuarto de aseo. Ya me encontraba completamente vestida y con todo mi jodido pelo en mi cabeza y no en mi sostén. Abrí la puerta y miré a ambos, cada uno tumbado en su cama. Les sonreí de forma dulce y agarré mi mochila pequeña, introduciendo en ella, el maquillaje para prepararme más tarde para la hermosa ocasión.
-Gracias por lo de antes...en serio...pensaba que moría...- murmuré, observando a ambos. Me devolvieron la sonrisa y se levantaron casi al unisono.
-Tranquila, no es nada, ¿para eso estamos no?- dijo Vidal, abriendo la puerta y saliendo él, primero de la habitación.
Bryan se me acercó y me miró, - Dentro de unas horas, los veremos Pilar...los veremos!- exclamó, sobreexcitado y agarrándome del brazo con delicadeza para ir saliendo.
-YA VEEEEEEEEEEEEEEEEES!- dí un pequeño bote y empecé a zarandearlo por los hombros, - Vamos a verlos Bryan...vamos a veeerlossssssssssssss!, We are the FALLEN ANGELS!- me dió un ataque de hiperoactividad y después de unos segundos, me calmé mirando a Bryan y a Vidal, que estaba en la puerta esperándonos.
Me dispuse a andar hacia el lado de Vidal, cuando pude notar como Bryan se acercaba a mi oído y me susurraba , - Que espalda más sexy...- me estremecí por ello y pasó por delante de mí, guiñándome el ojo.
-Tonto...- murmuré mirándole y cerrando la puerta tras de mi.
Me reí al ver la cara de recién levantado de Bryan. No puede evitarlo, me era bastante graciosa. Aún seguía restregándose los ojos, con un poco de ansia. Se me antojó, que se asemejaba a un gato haciendo esos gestos y no pude evitar reírme un poco por ello. Él me correspondió a mi risa, con una mirada de curiosidad. Negué entonces con la cabeza, concentrándome en otra cosa, para no reírme.
-Deberíamos levantarnos...Vidal, se ha quedado muy loco por ello...- reí, y le besé la frente, sentándome después en el lado derecho de la cama. Me acaricié el cabello, soltándome la coleta y dejándolo suelto.
-Vale...- se sentó a mi lado y me miró esbozando una sonrisa. Se le veía bastante mono recién levantado, todo había que admitirlo.
-Bueno...Vidaaaaaaaaaaaaaaaaaal!- grité desde donde estaba, provocando que la puerta del aseo, se abriera y este saliera con cara de preocupación.
-¿¡Qué, qué pasa?!?- preguntó mirándonos, y cambiando su gesto de preocupación a mueca de : que te jodan Pilaria.
-Nada...solamente necesitaba que salieras del baño...¿no creerías, qué me iba a vestir aquí en medio de vosotros dos no?- le miré , con una sonrisa maliciosa, mientras me levantaba para acercarme a mi maleta. Saqué la ropa interior, la camiseta de BVB nueva y unos pantalones negros largos. Además recogí los deportivos y un par de calcetines.
-Uff...- bufó Vidal, mirándome y negó con la cabeza, para acabar tumbándose sobre su cama.
-No te duermas...- le miré a los ojos, sabiendo ambos a lo que nos referíamos y entré después al cuarto de baño, dejándolos atrás.
*Dentro del Cuarto de Baño...
Me dí una ducha rápida, y me sequé el cabello. Después me puse la ropa interior y los pantalones, colocándome también el cinturón. Luego me acomodé los calcetines y las converse negras. Y por último, me dispuse a ponerme el sujetador, cuando este se me enganchó a un mechón. Me puse nerviosa y a apretar los labios de dolor, - AAAAAH, mi puta cabezaaaaa!- grité desde el cuarto de baño.
*En la Habitación... { Narra Vidal}
Me senté sobre la cama, aunque más bien me tumbé. Observé a Bryan de reojo, pensativo, mientras me rascaba el cabello y bostezaba como de costumbre. Bryan andaba rebuscando en su maleta, la ropa que se iba a poner, mientras Pilaria se duchaba en el baño. Cosa que supe por el ruido del agua, no por otra cosa. Ojeaba el movimiento de Bryan, puesto que era lo único que se movía en la habitación, al mismo tiempo que marcaba uno de los ritmos inventados por mí , contra mi rodilla, como si estuviera tocando la batería como de costumbre. Poco a poco los ojos comenzaron a cerrárseme...cuando de repente...
-AAAAH, mi puta cabeza!- escuché un grito de Pilar proveniente del baño y casi me caigo de la cama del susto. Me levanté con rapidez, mirando a Bryan, que ya se acercaba al cuarto de baño. Intentó abrir la puerta, pero evidentemente estaba cerrada.
-Pilarcia, ¿estás bien?- le pregunté preocupado, y sin poder evitarlo, mientras acercábamos ambos los oídos a la puerta, en búsqueda de su respuesta.
*De nuevo en el Aseo... {Pilar recupera la narración}
Escuché la voz de Vidal detrás del cuarto de baño, mientras sentía como me iba a quedar si pelo si seguía así. Agarré la camiseta con una mano y me la puse sobre el pecho. Hecho aquello, le contesté, - No joder...me muero, mi cabeza, mi pelo - las lágrimas se me habían saltado levemente y sin pensarlo dos veces abrí la puerta, viendo a ambos, - Por favor, ayúdarmeeeeeeeeeeeeeeee - les miré suplicante, mientras me daba la vuelta y sentía como unas manos, intentaban liberar a mi pelo de semejante tortura.
-Ya está casi, tranquila...- la suave voz de Bryan, no consiguió relajarme, puesto que aquello seguía tirando como su puta madre. Se puso delante de mí, y me quitó las lágrimillas, - Venga...ya queda poco...no muevas la cabeza, Vidal está en ello.-
-Solo un poquito más y todo listo Pilarcita- me susurraba Vidal, al mismo tiempo que conseguía que mi pelo, volviera a ser completamente libre.
Bufé mientras cerraba los ojos, y me llevaba la mano libre a la cabeza, tocándome el mechón, - Gracias Chicos...no sé que haría sin vosotros- susurré regalándole a cada uno , un beso en la mejilla. Les sonreí y volví de nuevo al cuarto de baño.
Me desperté al notar una mano, tocando mi brazo. Pensaba que era Bryan, pero no podía ser...ya que este me tenía abrazada por la cintura y casi inmovilizada. De todos modos, había conseguido reconciliar el sueño, después de aquella horrible pesadilla...con lo cual no podía quejarme. Así que...solamente ese brazo podía ser Vidal...mierda, vaya vergüenza.
-Pilar...em....Pilaariaa!- me susurraba Vidal, al mismo tiempo que palpaba mi brazo con la intención de despertarme. Abrí entonces los ojos, poco a poco, porque un leve rayillo de sol me estaba cegando. Miré entonces con más claridad a aquel rubio...y me sonrojé, recordando la situación. Me rasqué el cabello y vi la expresión de Vidal en su rostro...más o menos me decía : ¿qué ha pasado aquí?, ¿me he perdido algo?. Me reí interiormente por su cara y negué con la cabeza, para dejarle claro que no había ocurrido nada de cualquiera, de lo que estuviera pensando o pasándose por su bonita cabecita, durante esos instantes.
-Estoy despierta...- clavé mi mirada marrón oscura en la de Vidal, y le miré de arriba a abajo , - ¿Qué hora es...?- me quedé pensativa, recordando que teníamos que hacer cola para entrar al concierto y conseguir la bonita y primera fila.
-Pues...son las 11 y media...debemos, desayunar/almorzar, y ya irnos al Palacio de los Deportes, y comenzar a hacer cola...si es que quieres estar tan cerca de Andy, para que te caiga su sudor encima...- me reí, al escuchar aquello. Que puto cerdo de mierda...la única manera, en la que yo quería el sudor de Andy, en mi, era en el hipotético caso, de que lo estuviera haciendo con él...Sino, su sudor no me interesaba lo más mínimo. Era su sudor, no petroleo que vender.
-Vale...vamos a ello...digo voy...- me quedé mirando a Vidal, y este se marchó al cuarto de baño, dejándonos solos a mi y a Bryan. Acaricié sus manos con suavidad y las aparté de mi, para poder liberarme, haciendo que se removiera en la cama.
-Rawwr...- Bryan soltó un pequeño gruñido, que me hizo sonreír durante unos segundos. Me pareció bastante gracioso.
-Venga...Bobo...despiértate...- murmuré, besándole la mejilla, de modo, que me había dado la vuelta en parte, para quedar "face to face" con él.
-Vale...voy...- fue abriendo los ojos, hasta que acabó, abriéndolos completamente. Luego comenzó a restregárselos con las manos para espabilarse.
"Ojalá se pudriera": pensaba mientras andaba, después de haber estado con Clara, escucharla y aguantarla durante una hora y también después de haber cenado, en un sitio económico y bueno. Esa tia, me había resultado la mar de insoportable. Era otra guarra de ciudad, como cualquier otra. Incluso peor que algunas de mi pueblo, además su suave voz, al hablar de BVB se había convertido en algo peor que los graznidos de un cuervo. Eso si, sin ofender a los pobrecitos cuervos. Por no hablar, de cuando había visto la imagen de los muchachos. Justo fue en ese momento, cuando se notó de que pie cojeaba. Era pija, como la madre que la había traído al mundo e idiota, como todas las demás niñas y mujeres engreídas del planeta. Cosa que para su desgracia no tenía cura alguna.
Entré en la habitación, detrás de Vidal, y antes que Bryan. Tiré mi uniforme sobre la cama y entré al cuarto de baño de manera basta y dando un sonoro portazo. Realmente ardía por dentro, al haberme encontrado a una persona de ese tipo, donde menos esperaba encontrármela. Me quité la ropa rápidamente y me metí en la ducha. La cual me pareció relajante y perfecta. Una vez más pensaba que como una buena ducha no había nada. Salí después de diez minutos, en los que procuré no malgastar demasiada agua, me puse el pijama, que consistía en una vieja camiseta de Marea y unos pantalones cortos. Abandoné entonces el cuarto de baño y me tiré en mi cama, no sin antes colocar una toalla sobre la almohada para no mojarla.
-Ala!, Buenas noches, mamoncetes!- les dije, acomodándome y quitándome las gafas, para dejarlas en la mesilla y hundirme entonces en uno de esos profundos y dulces sueños.
Tres Horas Más Tarde...
"Podía observar como la sangre brotaba de su cuerpo y como después cada gota se deslizaba por su pálida piel, para resbalar y caer sobre el escenario. "ANDY, ANDY!": gritábamos los fans, presas del pánico. Entonces: PUM!. El segundo disparo resonó en el aire, y Ashley cayó redondo al suelo. El siguiente fue Jinxx, al caer, aplastó su guitarra, y se pudo escuchar el sonido de esta al crujir. Jake andaba confuso, indefenso. Se encontraba entonces de rodillas, al lado del cuerpo de Jinxx, que era , el que se hallaba más cerca suya. Acariciaba su rostro, en aquel momento inmóvil. PUM. Cuarto Disparo. Las baquetas de Christianrodaron por el escenario, hasta quedar al lado de Jake. Se podía apreciar, desde primera fila, como le temblaban las manos, su respiración se volvía entrecortada y como de su rostro manaban lágrimas. Montones y montones de lágrimas. Fue entonces cuando acerqué mis yemas temblorosas de mis dedos, a mis ojos, para comprobar que yo también lloraba.
-Jaaaaaaaaaaaaaake!, refúgiate!- grité entonces con la voz quebrada. Él, no entendía. Maldecí, no saber como se pronunciaba aquella palabra. Alguien se movió a mi lado, giré rápidamente el rostro y vi como Bryan saltaba la valla, que separaba al público del escenario y se encaramaba al escenario, para subirlo y empujar a Jake con rapidez. De modo, que el quinto disparo, no impactó contra el cuerpo del guitarrista, sino contra el de Bryan, que caía al suelo. Mi corazón, se aceleró más, pero entonces....*
Me desperté sobresaltada. Mi cuerpo sudaba, temblaba y hasta notaba unos cuantos escalofríos. Que maldito miedo. Miré a ambos lados, primero mi vista tropezó con la ventana, luego con Bryan, que dormía plácidamente en su cama. Me revolví sobre la mía, y me destapé, bajando de ella y acercándome a la suya. Necesitaba comprobar, que respiraba, aún aquella imagen de mi pesadilla, seguía grabada en mi mente. Agradecí que en ese momento, estuviera durmiendo hacia el lado de mi cama, de modo, que solo tuve que colocar mi mano debajo de su nariz, para comprobar, que en efecto, respiraba. Sonreí, pues ampliamente, pero aún mi corazón bombeaba sangre a un ritmo frenético. Me senté a su lado, y deslicé mis dedos entre mi cabello, desliándomelo, y tratando de relajarme. Me levanté de la cama y me volví a tirar sobre la mía. Cerré los ojos y los abrí varias veces, pero ya para mi desgracia no conseguía conciliar el sueño. Volví a levantarme y me aproximé de nuevo a su cama. Le empujé con levedad y me acosté a su lado. Se removió Bryan entonces, y se despertó al notar, el contacto con otro cuerpo.
-Qué...¿Qué haces en mi cama?- me preguntó medio-dormido, y observándome con atención.
-Tuve una pesadilla...- miré hacia debajo.
-Vale...quédate...- susurró besándome la mejilla.
-Gracias...- me sonrojé levemente, por aquella dulce muestra de cariño.
-No hay de que...- me sonrió, con los ojos medio-cerrados.
-Te quiero- dije de forma amistosa.
-Y yo...- murmuró abrazándome y antes de volver a dormirse.
Llegamos a la zona del Retiro, donde se ubicaba el hermoso Palacio de Cristal. Aquel era el lugar, elegido por Clara, para entregarnos nuestros falsos uniformes y algunas indicaciones. Agradecí que eligiera aquel sitio, pues realmente me parecía precioso, aunque lo hubiera visto, ya unas cuantas veces.
Andamos, hasta la barandilla que daba al lago, el cual , tenía una fuente en su centro. Me apoyé sobre esta, y observé el agua, y su movimiento. Ladeé entonces el rostro, mirando como el sol que se proyectaba contra el cristal y el movimiento del agua, creaban como una especie de arco iris. No mentiría si dijera que era muy único y bonito. Sin duda alguna. Fue entonces, cuando escuché una voz detrás de nosotros. Una voz, en la cual residía, una extraña armonía y una suavidad extrema a la hora de hablar, que era destrozaba en gran parte por aquel uso excesivo y feo de la "s". No cabía confusión, aquella morena, alta, era Clara. Se aproximó hasta nosotros, y nos miró. Ella tendría como unos veintitrés años, no era mucho mayor. Era mona, aunque quizás un poco, bastante pija. Sep, se lo tenía creído. Se notaba en su forma de andar y de moverse.
-Hola chicos...¿Pilar, Bryan y Vidal no? - preguntó, escrutándonos con aquellos ojos verdosos, que destacaban en su morena figura.
-Ajam...¿Clara?- le pregunté observándola. No pude evitar reírme mentalmente, puesto que me recordaba al cómic de "El Jueves" : "Clara de Noche".
-Si...esa soy. Bueno, vamos al asunto en cuestión, que tengo cosas que hacer.- sonó bastante borde, cosa que me resultó molesta. Le dediqué media mirada de odio, en la cual no reparó, porque en aquel instante, andaba con los ojos sobre Vidal.
-Vamos, pues morena- le dije, sonriéndole forzosamente. Me senté en un banco, que estaba a unos metros de nosotros y esperé a que ellos y ella, me imitaran. Maldita madrileña creída. Pasó por delante de ellos y pude reparar, en que ambos le miraban el culo. Bufé entonces notablemente, y los dos, dirigieron su vista hacia otro sitio. Sonreí, entonces triunfal.
-Pues eso- me miró mal y se quedó de pie frente a mí. Vidal y Bryan, se sentaron cada uno a mi lado y la miraron, expectantes. Cuando ella vio, que todos le prestábamos la requerida atención, empezó a parlotear y parlotear. Admito, que le presté atención, solamente porque se trataba de Andy y no de David Bisbal. Sino, me hubiera levantado y la habría dejado tirada como una colilla, por cochina.
Me desperté, y me froté los ojos con fuerza. Miré hacia la derecha, observando como Bryan seguía durmiendo y el hueco en la cama de Vidal. Extrañamente me asusté por unos segundos al no ver su cuerpo descansando tranquilamente sobre aquellas suaves sábanas blancas. Pero al verle salir del cuarto de baño, con mejor cara y más descansado, no pude evitar dibujar una sonrisa en mi rostro.
-Por lo que se puede apreciar, en tu bonita cara, has dormido lo justo y necesario para encontrarte mejor- susurré dedicándole una gran sonrisa y levantándome después de la cama.
-Si...ni te podrás imaginar nunca lo bien que me sentó...- me devolvió la sonrisa. Una de esas que hacen que tú sonrías, al verlas. Increíble.
-Lo sé...- susurré, aún sonriendo. Me acerqué a Bryan y le toqué el brazo - Despierta, dormilón...vamos a ver a Clara...- murmuré cerca de su oído, haciendo que se estremeciera.
-Vooy....- musitó entre sueños. Pude ver como un escalofrío recorría su espina dorsal y no pude evitar no reírme por ello. Me aparté entonces de él y me acerqué al aseo, para echarme un poco de agua en la cara y sobre todo apañarme el cabello.
-Bueno...Yo ya estoy chicos!- murmuré saliendo del aseo rápidamente y colocándome enfrente de Vidal, que estaba sentado en su cama, atándose las cordoneras de sus Vans rojas y negras.
-Y yo...- dijo Vidal, levantándose. Le miré y sin pensarlo, me acerqué hasta él y le espachurré. Hacia mucho que no le abrazaba y me dio un venazo , - Uhhh...¿y esto?- me preguntó mirándome y correspondiéndome al abrazo.
-No sé...me apetecía espachurrar a Mi Dios del Ritmo...¿no puedo?- pregunté enarcando una ceja y mirándole.
-Nadie dijo que no...- murmuró encogiéndose de hombros y volviendo a sonreír.
-Bueno...si terminó la escena tierna...- dijo Bryan desde atrás, provocando que Vidal y yo giráramos sobre nosotros y le miráramos.
-Claro...vamos..- me rasqué el cabello, cogí mi bolso y salí por la puerta, escuchando el ruido de la puerta, que hizo Bryan al cerrarla.
Abrieron la puerta y entré tras ellos, echando una rápida ojeada al paisaje {XD}. Vidal se tiró sobre su cama y Bryan en la suya. Yo los miré y me reí levemente, para después echarles una foto, que para mi desgracia me fue arrebatada por Bry y borrada después.
-Joder….que delicado eres- mascullé de mal humor y dándome la vuelta en la cama, para acabar bocabajo.
-Venga…no te enfades, boba…- murmuró acercándose a mí y sentándose a mi lado.
-Déjame…- dije bufando después y rascándome el cabello.
-Venga…- susurró obligándome a darme la vuelta, de modo que me miraba y yo le miraba.
Le miré de mala manera a los ojos y le contesté de forma brusca, - Quee no!- de nuevo me giré, dándole la espalda.
-No puedes enfadarte eternamente…- murmuró, abrazándome por la espalda de forma dulce y amistosa.
-No dije, que fuera a enfadarme eternamente…- contesté, dejándome abrazar.
-Por si acaso…-
-Idiota…- le di un mordisco cariñoso en el brazo.
-Ya…pero me quieres…- murmuró en voz bajita.
-Pero no te lo creas demasiado…- me reí después – Y ahora suéltame, que Vidal se va a pensar lo que no es…-
-¿Qué más te da lo qué piense Vidal?- me preguntó Bryan, dejándome que me diera la vuelta.
-Me da igual…- ya que me lo permitió, me di vuelta.
-Además…está durmiendo más. – agregó manteniéndome la mirada.
Me senté sobre la cama y observé a Vidal, que en efecto, dormía tranquilamente, en su cama.
-En fin…- miré el techo – Cuando quieras vuelves a tu cama…- reí débilmente y después besé su mejilla, de forma tierna.
-Naah….durmamos- soltó una risilla divertida.
-Cada uno en su cama…- me levanté y fui al baño – Ahora vuelvo…- cerré la puerta , cuando entré en el aseo y al cabo de unos minutos salí, encontrándome a Bry en su cama.
-Que no te vea meterte en la mía…- susurró, moviendo las cejas de forma graciosa.
-Tranqui…no creo- murmuré, metiéndome en la mía y durmiéndome tras unos minutos.
Después de que mis dos cachos de carne con ojos favoritos, se ducharan , abandonamos el hotel dispuestos a comer algo. Al final, terminamos entrando a un Burger King. Yo me pedí mis típicas ocho tenders de pollo con patas, y una Coca Cola y ellos un menú de esos de hamburguesas.
La comida transcurrió con normalidad, acompañada de risas, bromas, nervios ; por lo menos por mi parte y alguna que otra mini-discusión entre Bryan y yo, ya que con Vidal no tenía problemas. No es que tuviera problemas con Bryan, pero a veces {muchas veces}, conseguía sacarme de mi casillas y alterarme. Suerte tenía de que le apreciara demasiado.
-Pues…yo me he quedado bien…es más , estoy hinchada como una bota de vino- murmuré mientras me acomodaba en uno de esos horribles y falsos sillones, que hay pegados a la pared y crees que son mulliditos y luego son de plástico duro.
-Yo tampoco me quedé atrás- dijo Vidal, que se había trago dos menús, y era de esas típicas personas que no engordaban.
-Ni yo….- contestó Brya, al mismo tiempo que peinaba su amado pelo oscuro.
-En fin…¿qué hacemos ahora?- pregunté mirando a ambos; evidentemente mirando a uno primero y a otro después.
-Ahora es pronto, así que vamos a dormir la siesta… que yo al menos, lo necesito – sugirió Vidal.
-Me parece buena idea…luego llamaremos a Clara, para ir a recoger los uniformes del hotel – esa voz fue la de Bryan.
-Deacuerdo…pues echemos camino hacia el hotel – susurré levantándome y colocándome el bolso.
Y eso hicimos. Tras una caminata, que se me antojó un rato larga, acabamos llegando al hotel y sin perdernos!. Pedimos la llave, nada más llegar y luego subimos. Mientras andábamos por el pasillo me fijé en que las paredes estaban adornadas con cuadros de paisajes. Unos más verdes, otros más azules y algunos un tanto marrones. También observé que las paredes eran de un tono rojizo apagados y de que había montones y montones de interruptores en todos los rincones vacios existentes.
Tras coger la llave, subimos en el ascensor, asándonos de calor como pollos en un cocedero. Vaya calor. Miré a ambos, ya que estaba en medio y me senté sobre la maleta de Bryan, que andaba despistado. Primero me lanzó una mirada asesina y después me dejó que me quedara sentada, con lo cual le regalé una bonita sonrisa de agradecimiento. Era la habitación 123, en la planta 3, así que durante el rato de ascensor, me dediqué a hacer sonidos con el pie.
-Ta, tata, ta…- tatareaba la canción de “Eye Of The Tiger” de Survivor, mientras andaba con la mente en lo que iba a ocurrir, tan solo en un día. Mañana sería el concierto, vería a BVB y además si Buda quería que todo saliera bien, estaría dentro del hotel y buscaría la habitación de Andy. Me froté las manos pensativa y con mirada de perversidad. En aquel momento si hubiera podido, me hubiera reído como una loca..una loca de veras. Se me fue la pinza.
Finalmente llegamos a nuestro piso, por lo consiguiente me levanté de la maleta de Bryan y agarré la mía, saliendo primero, ya que Vidal resultó ser bastante caballeroso con eso de que “las damas primero”. Así que eso hice, salir la primera y esperar a que ellos salieran después. Abrí la puerta y entré. Era la típica habitación de hotel de dos estrellas, tirando a una. Tenía tres camas, que parecían cómodas…y vaya lo eran. Además tenía su aseo, que no estaba mal y una tele…Seguramente solo se vería el canal de Madrid, aunque en aquella ocasión me equivoqué.
-Bueno…supongamos que podría ser peor…- me reí, dejándome caer en la cama, que estaba al lado de la ventana , - Aquí , dormiré yo- les regalé una sonrisa forzada y me senté sobre la almohada.
-Vale…yo quiero la de en medio – murmuró Bryan, mirando a Vidal.
-Tengo tanto que elegir, que me quedaré con la cama que está al lado de la puerta…- se rió, y yo con él.
-Bueno, dicho lo dicho, si queréis ducharos, hacedlo y nos vamos a comer.-
Me desperté al escuchar susurros a mi alrededor; eran los de Bryan y Vidal. Miré al segundo que estaba a mi lado, en aquel momento no entendía mucho lo que decían porque aún me encontraba con una parte de la mente en el mundo del sueño. Me froté los ojos, despertándome y luego me desperecé. Me dí cuenta entonces que no llevaba mis gafas, así que como si me hubieran pinchado en el culo con un clavo, di un brinco en el asiento y me dispuse a buscar mis gafas, cuando de repente el brazo de Bryan salió por detrás y me las tendió.
-Joder, que susto!- las cogí y me las puse lanzándole una mirada asesina y otra a Vidal que andaba riéndose.
-Hahahaha, tranqui, vimos que te las estabas clavando y te las quitamos…- murmuró Vidal, intentando excusarse.
-Yaya…- bufé notablemente y le dediqué otra miradas de esas que si surtieran efecto, le mataría – Woooh…estamos ya en Madrid!- exclamé bastante algo y observando con ilusión como poco a poco, íbamos entrando en la capital.
-Si…eso parece…- susurró Bryan con una felicidad bastante notaria en el ambiente.
-Pues si…hemos llegado- dijo en esa ocasión Vidal, mientras iba conduciendo.
-Vaya conversación de besugos…- mascullé escuchando mi risa y las de ellos de fondo.
-Pues si…Bueno…a ver, ¿por dónde es?- preguntó Bryan colocándose en medio de los dos asientos delanteros.
-Pues…- miré a Vidal, y él me miró.
-Pues…a ver saca el GPS-
-Ya voy…- murmuré sacándolo de la guantera , -¿Cómo se llamaba el hotel?- le pregunté a ambos.
-Pues…El Hotel “2 de Mayo”-
-Vaya nombrecito…- murmuré a Vidal mirándole.
-Lo sé…pero era barato y ya está-
-Vale…Bueno busquémoslo en el GPS-
Tras un rato de desesperación en el que al final conseguimos aclararnos con el GPS, lo pusimos en marcha y en unos minutos, largos minutos, llegamos a nuestro destino. El hotel por fuera no era gran cosa, pero de todos modos, para lo que , lo queríamos nos sobraba se podía decir. Miré a Vidal, mientras aparcaba. Siempre me hacía gracia la cara de los conductores, a la hora de aparcar. Y la suya no era una excepción.
Después de estacionar el vehículo, bajamos de este y nos acercamos hasta la puerta del hotel. Yo llevaba mi típica maleta de viajes, Bryan llevaba una azul y Vidal una roja. La mía era granate y de esas que tienes que llevar acuestas. Pero bueno, era mi maleta y la amaba. Tras atravesar la puerta del hotel, nos aproximamos hasta recepción y pedimos la llave de la habitación. Habíamos pedido una para los tres, porque era más barato. En el momento en que hicimos la reserva, no podía parar de reírme, al pensar ciertas cosas, como tener que convivir tres días rodeada de boxers, por todos lados. Era gracioso, sin duda alguna.
